Propone UV reserva ecológica en la sierra de Chiconquiaco
Comunicado de Prensa
Universidad Veracruzana
Xalapa, Equez., Ver., lunes 26 de junio de 2006
A través del Instituto de Investigaciones Biológicas
Propone UV reserva ecológica
en la Sierra de Chiconquiaco
· Enclavada en el Eje Neovolcánico transversal, la Sierra cuenta con un complejo sistema de microambientes y gran riqueza cultural y arqueológica
Fernanda Melchor
Desde hace dos años, investigadores del Departamento de Biología Vegetal del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) de la Universidad Veracruzana (UV) realizan actividades de exploración, identificación y clasificación de especies para crear una zona de protección de la Sierra de Chiconquiaco-Misantla.
Esto como parte de un proyecto desarrollado por el científico Mario Vázquez Torres, el cual pretende proteger esta zona natural que abarca un área de seis mil 699 kilómetros cuadrados, 2 grandes cuencas hidrológicas (los ríos Nautla-Bobos y Misantla), 26 municipios y una población de 431 mil 718 habitantes, de los cuales, 3 mil 910 pertenecen a alguna etnia indígena.
“Los avances de nuestros estudios botánicos nos permiten establecer que en esta zona hay una enorme riqueza biótica, vegetal en particular”, afirmó Vázquez Torres. La diversidad de paisajes y de microecosistemas de la Sierra de Chiconquiaco es provocada por la corta distancia que existe entre la zona costera y las elevaciones de la sierra, que en una distancia de 25 kilómetros se elevan desde el nivel del mar hasta casi alcanzar los 2 mil metros.
Peligros y necesidad
Desde hace varios años, esta zona ha visto afectados sus recursos a causa de la tala de árboles, los incendios forestales, la ganadería y la agricultura, particularmente en las zonas altas. A decir de Vázquez Torres, estas áreas presentan ya procesos agravados de erosión continua, lo que constituye una de las causas de la inundación de ciudades y poblados de la zona, al desaparecer la vegetación que evitaba el descenso de las aguas.
“Este es un problema que se puede prever y evitar, en buena parte si se tiene un adecuado manejo de las partes altas”, explicó el científico. “Entre las ideas que proponemos está la de conservar las áreas cubiertas de vegetación, aumentar la tasa de reforestación, disminuir la deforestación de la zona y ordenar, de la mejor manera, el uso del suelo y los recursos de las zonas altas”.
Con estas acciones se podría lograr que las tormentas, trombas y huracanes no se reflejen en inundaciones que afecten a ciudades como Misantla, Martínez de la Torre, San Rafael, Vega de Alatorre, Nautla y varias otras.
Para Vázquez Torres, la intención de los investigadores que trabajan en el Proyecto de la Reserva de la Biosfera de la Sierra de Chiconquiaco va más allá del mero quehacer biológico. “Si el conocimiento, la información y los productos de la investigación no se reflejan en nuestra sociedad, pueden ser muy interesantes desde el punto de vista científico, pero están incompletos”, afirmó.
Especies registradas
Hasta la fecha, investigadores del IIB han hallado 841 especies de plantas con flores, de las cuales 7 son endémicas de Veracruz y 28 de México. Entre los helechos y plantas afines encontraron 332 especies, 29 endémicas de nuestro país y 3 de Veracruz. Al menos 15 de estas especies se hallan inscritas en la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059 como amenazadas, en peligro de extinción o sujetas a protección especial.
También se hallaron especies vegetales silvestres de vainilla, guayaba, zapote negro y chico, mamey, piñoncillo, aguacate, pimienta gorda, papaya, amaranto y cachichines, un fruto local de gran consumo.
El estudio de estas poblaciones de plantas útiles por parte de especialistas en genética podría ayudar al mejoramiento de la producción agrícola.
Como la conclusión del proyecto podría tomar varios meses aún, el IIB también se concentra en estimular la participación de zoólogos, para la realización de un catálogo de especies animales propias de la Sierra.
Buscarán apoyo de autoridades
Una vez que se integre el proyecto, el IIB buscará la vinculación con el gobierno del estado, el gobierno federal e instancias internacionales de conservación de la naturaleza. Asimismo, presentarán esta propuesta a los 26 gobiernos municipales. “Hay que venderles la idea, no en términos de dinero sino para que perciban y valoren las bondades de una reserva natural, en términos del control de los problemas naturales”.
Para obtener mayor información acerca del Proyecto Reserva de la Biosfera Sierra de Chiconquiaco-Misantla, puede consultarse la página del Instituto de Investigaciones Biológicas: www.uv.mx/iib/, o escribir al correo del investigador Mario Vázquez Torres: savazquez@uv.mx.
Pie de foto: Aspecto de la Sierra de Chiconquiaco
Pie de foto: División municipal de la Sierra
Pie de foto: Mario Vázquez Torres
Universidad Veracruzana
Xalapa, Equez., Ver., lunes 26 de junio de 2006
A través del Instituto de Investigaciones Biológicas
Propone UV reserva ecológica
en la Sierra de Chiconquiaco
· Enclavada en el Eje Neovolcánico transversal, la Sierra cuenta con un complejo sistema de microambientes y gran riqueza cultural y arqueológica
Fernanda Melchor
Desde hace dos años, investigadores del Departamento de Biología Vegetal del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) de la Universidad Veracruzana (UV) realizan actividades de exploración, identificación y clasificación de especies para crear una zona de protección de la Sierra de Chiconquiaco-Misantla.
Esto como parte de un proyecto desarrollado por el científico Mario Vázquez Torres, el cual pretende proteger esta zona natural que abarca un área de seis mil 699 kilómetros cuadrados, 2 grandes cuencas hidrológicas (los ríos Nautla-Bobos y Misantla), 26 municipios y una población de 431 mil 718 habitantes, de los cuales, 3 mil 910 pertenecen a alguna etnia indígena.
“Los avances de nuestros estudios botánicos nos permiten establecer que en esta zona hay una enorme riqueza biótica, vegetal en particular”, afirmó Vázquez Torres. La diversidad de paisajes y de microecosistemas de la Sierra de Chiconquiaco es provocada por la corta distancia que existe entre la zona costera y las elevaciones de la sierra, que en una distancia de 25 kilómetros se elevan desde el nivel del mar hasta casi alcanzar los 2 mil metros.
Peligros y necesidad
Desde hace varios años, esta zona ha visto afectados sus recursos a causa de la tala de árboles, los incendios forestales, la ganadería y la agricultura, particularmente en las zonas altas. A decir de Vázquez Torres, estas áreas presentan ya procesos agravados de erosión continua, lo que constituye una de las causas de la inundación de ciudades y poblados de la zona, al desaparecer la vegetación que evitaba el descenso de las aguas.
“Este es un problema que se puede prever y evitar, en buena parte si se tiene un adecuado manejo de las partes altas”, explicó el científico. “Entre las ideas que proponemos está la de conservar las áreas cubiertas de vegetación, aumentar la tasa de reforestación, disminuir la deforestación de la zona y ordenar, de la mejor manera, el uso del suelo y los recursos de las zonas altas”.
Con estas acciones se podría lograr que las tormentas, trombas y huracanes no se reflejen en inundaciones que afecten a ciudades como Misantla, Martínez de la Torre, San Rafael, Vega de Alatorre, Nautla y varias otras.
Para Vázquez Torres, la intención de los investigadores que trabajan en el Proyecto de la Reserva de la Biosfera de la Sierra de Chiconquiaco va más allá del mero quehacer biológico. “Si el conocimiento, la información y los productos de la investigación no se reflejan en nuestra sociedad, pueden ser muy interesantes desde el punto de vista científico, pero están incompletos”, afirmó.
Especies registradas
Hasta la fecha, investigadores del IIB han hallado 841 especies de plantas con flores, de las cuales 7 son endémicas de Veracruz y 28 de México. Entre los helechos y plantas afines encontraron 332 especies, 29 endémicas de nuestro país y 3 de Veracruz. Al menos 15 de estas especies se hallan inscritas en la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059 como amenazadas, en peligro de extinción o sujetas a protección especial.
También se hallaron especies vegetales silvestres de vainilla, guayaba, zapote negro y chico, mamey, piñoncillo, aguacate, pimienta gorda, papaya, amaranto y cachichines, un fruto local de gran consumo.
El estudio de estas poblaciones de plantas útiles por parte de especialistas en genética podría ayudar al mejoramiento de la producción agrícola.
Como la conclusión del proyecto podría tomar varios meses aún, el IIB también se concentra en estimular la participación de zoólogos, para la realización de un catálogo de especies animales propias de la Sierra.
Buscarán apoyo de autoridades
Una vez que se integre el proyecto, el IIB buscará la vinculación con el gobierno del estado, el gobierno federal e instancias internacionales de conservación de la naturaleza. Asimismo, presentarán esta propuesta a los 26 gobiernos municipales. “Hay que venderles la idea, no en términos de dinero sino para que perciban y valoren las bondades de una reserva natural, en términos del control de los problemas naturales”.
Para obtener mayor información acerca del Proyecto Reserva de la Biosfera Sierra de Chiconquiaco-Misantla, puede consultarse la página del Instituto de Investigaciones Biológicas: www.uv.mx/iib/, o escribir al correo del investigador Mario Vázquez Torres: savazquez@uv.mx.
Pie de foto: Aspecto de la Sierra de Chiconquiaco
Pie de foto: División municipal de la Sierra
Pie de foto: Mario Vázquez Torres